La disfagia es un síntoma común en las personas mayores. Se define como la dificultad para tragar y es una afección que puede afectar gravemente la calidad de vida de los ancianos. La disfagia puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo enfermedades degenerativas, trastornos neurológicos y cambios relacionados con la edad. En este artículo, exploraremos algunas de las principales causas de disfagia en ancianos.
Enfermedades degenerativas: Las enfermedades degenerativas, como el Alzheimer, el Parkinson y la enfermedad de Huntington, pueden afectar el sistema nervioso y provocar disfagia. Estas enfermedades afectan la función muscular, lo que dificulta el movimiento de los alimentos por el esófago. Además, estas enfermedades también pueden afectar la coordinación y el control muscular, lo que dificulta la deglución.
Trastornos neurológicos: Los trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple, el accidente cerebrovascular y la parálisis cerebral también pueden causar disfagia. Estos trastornos dificultan la coordinación muscular, lo que afecta la deglución. Además, también pueden producir debilidad muscular en los músculos de la garganta, lo que puede provocar dificultades para tragar.
Cambios relacionados con la edad: Con el paso de los años, el sistema digestivo se vuelve más lento. Esto puede llevar a problemas de deglución, como la disfagia. Además, con la edad, los músculos de la garganta también pueden debilitarse, lo que puede causar disfagia. Los cambios en la producción de saliva también pueden contribuir a la disfagia.
Otros factores que pueden contribuir a la disfagia en los ancianos incluyen:
- Alergias alimentarias
- Cáncer de esófago
- Disfunción tiroidea
- Efectos secundarios de los medicamentos
- Infecciones de la garganta
- Lesiones de la cabeza
La disfagia puede ser una afección muy grave para los ancianos. Si se sospecha que una persona está experimentando disfagia, es importante que se consulte a un profesional médico para recibir un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. El tratamiento puede incluir terapia de deglución, medicamentos o cirugía, según la causa de la disfagia.
Enfermedad de Parkinson
La enfermedad de Parkinson (EP) es un trastorno neurodegenerativo crónico que afecta el sistema nervioso central. Esta condición se caracteriza por movimientos lentos, rigidez muscular, temblores y dificultad para mantener el equilibrio y la coordinación. Estos síntomas pueden afectar significativamente la capacidad del anciano de masticar y tragar adecuadamente. El deterioro de la función motora puede provocar disfagia en los ancianos con EP. Esta disfagia generalmente es leve, pero puede ser grave en algunos casos, lo que resulta en un mayor riesgo de aspiración.
Además, los ancianos con EP también pueden tener problemas de salivación. La falta de saliva puede afectar la deglución, ya que la saliva ayuda a lubricar los alimentos para facilitar la trituración y el paso de los alimentos hacia el esófago. Por lo tanto, los ancianos con EP pueden experimentar dificultad para tragar alimentos y bebidas, lo que contribuye a una mayor incidencia de disfagia.
Los medicamentos también pueden contribuir a los problemas de deglución en los ancianos con EP. Algunos medicamentos para la EP, como los agonistas de dopamina, pueden disminuir la producción de saliva y aumentar la rigidez muscular, lo que puede complicar la deglución. Además, los ancianos con EP pueden tener una disminución del tono muscular, lo que puede provocar una disminución en la presión muscular necesaria para tragar los alimentos. Esto puede contribuir a la disfagia en los ancianos con EP.
Otra causa común de disfagia en los ancianos con EP es la fatiga. La fatiga puede afectar significativamente la coordinación muscular necesaria para tragar los alimentos adecuadamente. Esto puede resultar en una disminución en la presión muscular necesaria para tragar los alimentos. Esto puede provocar una disminución en la capacidad del anciano para tragar los alimentos, lo que puede conducir a la disfagia.
Enfermedad de Alzheimer
La enfermedad de Alzheimer (EA) es una enfermedad neurodegenerativa que afecta el sistema nervioso central. Esta condición se caracteriza por la progresiva pérdida de memoria, lenguaje, pensamiento, habilidades motoras y comportamiento. Estos síntomas pueden afectar significativamente la capacidad del anciano de masticar y tragar adecuadamente. Además, la EA también puede causar una disminución de la presión muscular necesaria para tragar los alimentos. Esto puede contribuir a la disfagia en los ancianos con EA.
Los ancianos con EA también pueden experimentar problemas de salivación. La falta de saliva puede afectar la deglución, ya que la saliva ayuda a lubricar los alimentos para facilitar la trituración y el paso de los alimentos hacia el esófago. Por lo tanto, los ancianos con EA pueden experimentar dificultad para tragar alimentos y bebidas, lo que contribuye a una mayor incidencia de disfagia.
Además, los ancianos con EA también pueden tener problemas de coordinación, lo que puede contribuir a la disfagia. Esto se debe a que la EA puede afectar la capacidad de los ancianos para coordinar y controlar los movimientos necesarios para tragar adecuadamente. Esto puede resultar en una disminución en la presión muscular necesaria para tragar los alimentos, lo que puede provocar disfagia.
La fatiga también puede ser un factor contribuyente a la disfagia en los ancianos con EA. La fatiga puede afectar significativamente la coordinación muscular necesaria para tragar los alimentos adecuadamente. Esto puede resultar en una disminución en la presión muscular necesaria para tragar los alimentos. Esto puede provocar una disminución en la capacidad del anciano para tragar los alimentos, lo que puede conducir a la disfagia.
Además, los ancianos con EA pueden experimentar cambios en el comportamiento que pueden contribuir a los problemas de deglución. Algunos ancianos con EA pueden tener dificultad para recordar cómo tragar los alimentos o sentirse frustrados cuando se les presentan alimentos o líquidos diferentes. Esto puede conducir a una disminución en la motivación para tragar. Esto puede contribuir a la disfagia en los ancianos con EA.
Es importante que los dentistas realicen una evaluación oral completa en pacientes ancianos que presenten disfagia, ya que, entre otros factores, los problemas en la dentadura pueden contribuir a los trastornos de la deglución. Esta evaluación incluiría una inspección de los dientes, encías y prótesis, así como la medición de la función masticatoria y la motilidad de la lengua. Además, se recomienda que los pacientes ancianos reciban tratamiento odontológico preventivo con el fin de prevenir problemas relacionados con la disfagia.
 
					