Descubriendo si tienes la Mandíbula Desencajada

La mandíbula desencajada es una afección dolorosa que afecta a muchas personas y puede tener una variedad de causas. Por lo general, la mandíbula desencajada se produce cuando los discos temporomandibulares se desplazan de su ubicación normal. Esta afección puede ser extremadamente dolorosa y difícil de tratar, por lo que es importante saber cómo reconocer los síntomas para buscar tratamiento temprano y evitar daños mayores.

Los síntomas más comunes de una mandíbula desencajada incluyen:

  • Dolor en la mandíbula: el dolor puede ser agudo o sordo, y puede extenderse a la zona del oído, la nariz o la parte superior del cuello.
  • Dificultad para abrir y cerrar la boca: la boca puede abrirse y cerrarse solo hasta cierto punto, y puede hacer ruidos cuando se abre y cierra.
  • Dolor al hablar: el habla puede sentirse rara y la articulación de las palabras puede ser difícil.
  • Dificultad para tragar: puede sentirse como si algo estuviera atascado en la garganta.
  • Dolor de cabeza: el dolor de cabeza puede ser intenso y puede extenderse desde la mandíbula hasta la parte posterior de la cabeza.

Si experimenta alguno de estos síntomas, debe consultar a un médico para recibir un diagnóstico y tratamiento adecuados. El tratamiento depende de la causa de la mandíbula desencajada, y puede incluir medicamentos, terapia física y quirúrgica para reposicionar los discos temporomandibulares.

Además, hay algunas cosas que puede hacer para reducir el dolor y la inflamación y ayudar a curar la mandíbula desencajada. Estas incluyen:

  • Evitar los alimentos duros y pegajosos: coma alimentos suaves y fácilmente masticables para reducir la tensión en la mandíbula.
  • Aplicar calor: use una almohadilla térmica para calentar la zona afectada durante 15-20 minutos a la vez.
  • Toma analgésicos: tome medicamentos para el dolor recetados por su médico para aliviar el dolor.
  • Ejercicios de estiramiento: realice ejercicios de estiramiento para relajar los músculos de la mandíbula.

La mandíbula desencajada puede ser una afección dolorosa y difícil de tratar, por lo que es importante que conozca los síntomas y busque tratamiento temprano. Esto ayudará a aliviar el dolor y reducir el riesgo de daños mayores.

Síntomas de una Mandíbula Desencajada

La mandíbula desencajada es una condición en la que los huesos de la mandíbula se desplazan fuera de su lugar normal, lo que afecta la función de la boca y habla. Los síntomas de la mandíbula desencajada pueden variar ligeramente según la gravedad de la condición. Los síntomas principales incluyen dolor en la mandíbula, dificultad para abrir y cerrar la boca, sensibilidad y dolor al masticar o tragar, ruido o chasquido cuando se abre la boca, y una sensación de desalineación entre los dientes superior e inferior.

Los síntomas asociados también pueden incluir dolor de cabeza, dolor en los oídos, dolor en el cuello, dolor en los hombros, cansancio, somnolencia, náuseas, vómitos, problemas para respirar, problemas para hablar, disfonía, y dolor en los músculos de la cara. Algunas personas incluso pueden experimentar episodios de desmayo.

Diagnóstico de una Mandíbula Desencajada

El diagnóstico de la mandíbula desencajada debe ser realizado por un profesional de la salud. El médico generalmente comenzará con una historia clínica completa y un examen físico. Esto incluirá un examen de la boca, la cara y el cuello para buscar signos de la condición. El médico también examinará los dientes y los músculos de la mandíbula para detectar el dolor y el chasquido.

Los rayos X, la tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) también pueden ser útiles para evaluar la condición. Estos exámenes pueden mostrar si la mandíbula está desencajada, si hay desplazamiento de los huesos, si hay signos de artritis y si hay daño en los tejidos blandos. El médico también puede considerar la realización de pruebas de laboratorio para verificar la presencia de infecciones, artritis reumatoide o enfermedades autoinmunes.

Además, el médico también puede recomendar una evaluación por parte de un cirujano oral y maxilofacial para determinar la gravedad de la condición y planificar el tratamiento más adecuado. El cirujano realizará un examen físico completo de la boca, la cara y el cuello, así como un examen de la mordida para evaluar los dientes y los músculos de la mandíbula. El cirujano también puede realizar una prueba de movilidad de la mandíbula para determinar el grado de desplazamiento de los huesos de la mandíbula. Si es necesario, el cirujano también puede realizar una exploración quirúrgica para evaluar la gravedad de la condición.
Es importante que los pacientes consulten al dentista si sienten dolor en la mandíbula, especialmente si el dolor no desaparece con el uso de analgésicos. El tratamiento para la mandíbula desencajada depende del grado de desplazamiento y puede incluir terapia física, inyecciones de corticosteroides, relajantes musculares y a veces cirugía. El dentista puede recomendar un aparato de descarga para ayudar a aliviar la tensión en la mandíbula y el dolor en los músculos. Una vez que la mandíbula se estabiliza, el aparato puede ayudar a prevenir que la mandíbula vuelva a desencajarse. El uso de una placa de descarga es una excelente manera de prevenir la mandíbula desencajada.

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