No hay nada peor que querer ver claro, pero sentir que tu visión se encuentra borrosa. Esto es algo que pasa a muchas personas que usan lentes de contacto, especialmente cuando se trata de una lentilla, es decir, una lente de contacto que se usa durante un periodo de tiempo prolongado. Puede ser frustrante cuando hayas colocado la lentilla en tu ojo y no puedas quitártela.
En primer lugar, es importante destacar que no debes forzar tu ojo para quitar la lentilla. Esto puede ser muy doloroso y, en el peor de los casos, puede dañar tu ojo. Lo mejor es que consultes con un oftalmólogo para que te asesore sobre las diferentes maneras de quitar la lentilla.
Es posible que debas usar algunos productos para ayudar a quitar la lentilla. Estos pueden incluir:
- Lágrimas artificiales: Estas lágrimas ayudan a hidratar el ojo para facilitar la eliminación de la lentilla. Pueden ser una buena solución temporal, especialmente si el ojo se siente irritado.
- Lubricante: Puedes usar un lubricante para ayudar a la lentilla a deslizarse. Esto es especialmente útil cuando la lentilla se siente pegajosa.
- Goteras: Las goteras son una solución a largo plazo para quitar la lentilla. Estas goteras contienen una solución especial que ayuda a hidratar el ojo y aflojar la lentilla, lo que la hace más fácil de quitar.
Si la lentilla sigue siendo difícil de quitar, es posible que sea necesario usar una herramienta especial para quitarla. Esta herramienta generalmente se conoce como un sacacristales. Es una herramienta pequeña diseñada para aflojar y remover la lentilla.
Es recomendable que solicites la ayuda de un profesional si tu lentilla no se puede quitar. Un oftalmólogo puede ayudarte a quitar la lentilla de manera segura y sin dañar el ojo.
1. Causas de no poder quitar la lentilla
La incapacidad de quitar una lentilla puede deberse a varias causas, las cuales pueden variar desde una simple falta de práctica hasta un problema más grave. A continuación se mencionan algunas de las razones más comunes por las que alguien podría encontrarse en esta situación:
- Mala técnica: para quitar una lentilla correctamente es necesario tener una técnica adecuada. Si hay alguna falta en la técnica, la lentilla puede moverse hacia un lado, lo que dificulta su extracción.
- Lentes de contacto de baja calidad: la calidad de los lentes de contacto es muy importante. Si se compran lentes de baja calidad, es posible que tengan problemas para ser removidos porque son demasiado suaves o porque se adhieren al ojo. Además, los lentes malos causan irritación y sequedad.
- Tiempo de uso prolongado: si los lentes de contacto se usan durante demasiado tiempo, es posible que se adhieran al ojo y sea difícil de quitar. Esto es particularmente común en los lentes de uso prolongado, que se pueden usar durante varios días sin necesidad de retirarlos.
- Sensibilidad del ojo: algunas personas tienen ojos más sensibles que otros. Estas personas son más propensas a sentir molestias cuando tienen lentes de contacto, lo que les hace más difícil de quitar.
- Cambios en la superficie del ojo: los cambios en la superficie del ojo, como los que se producen durante la enfermedad ocular, pueden hacer que sea más difícil de quitar los lentes de contacto.
- Solución salina: es posible que la solución salina use lentillas que se adhieren más fuertemente al ojo. Esto hace que sea más difícil de quitar.
- Sequedad en los ojos: la sequedad en los ojos también puede hacer que sea más difícil quitar los lentes de contacto. Esto sucede porque la falta de humedad reduce la lubricación en el ojo, lo que hace que los lentes se adhieran con más fuerza.
- Presión en los ojos: si los ojos están bajo presión, como después de una cirugía ocular, los lentes de contacto pueden ser más difíciles de quitar.
2. Consejos para quitar la lentilla
Remover una lentilla puede ser una tarea difícil, especialmente si ha estado en el ojo por mucho tiempo. Afortunadamente, hay algunas cosas que se pueden hacer para ayudar a aflojar la lentilla y hacer que sea más fácil de quitar. A continuación se mencionan algunos consejos para quitar la lentilla:
- Asegúrate de que tienes una buena técnica: es importante asegurarse de que estás usando la técnica correcta para quitar la lentilla. Se recomienda que los dedos estén limpios y secos para evitar la irritación. Además, es importante no tirar demasiado fuerte para evitar dañar el ojo.
- Humedece el ojo: la humedad puede ayudar a reducir la fricción entre el ojo y la lente, lo que facilita su extracción. Para humedecer el ojo, se recomienda usar una solución salina suave. Esto ayudará a aflojar la lente y hará que sea más fácil de quitar.
- Usa una herramienta para ayudar a suavizar la lente: hay herramientas especiales diseñadas para ayudar a remover las lentillas. Estas herramientas suavizan la lente y la hacen más fácil de quitar. Algunos ejemplos incluyen los pinzas o los aspiradores especialmente diseñados para lentes de contacto.
- Vete al médico: si no puedes quitar la lente, lo mejor es que acudas al médico para que te ayude a removerla. El médico puede ayudar a remover la lente con herramientas especiales o recetar medicamentos para ayudar a aflojarla.
- Cambia tus lentes: si los lentes de contacto no se pueden quitar fácilmente, es posible que sea necesario cambiarlos por una mejor calidad. Los lentes de contacto de mejor calidad son más resistentes y menos propensos a adherirse al ojo.
- Usa lágrimas artificiales: las lágrimas artificiales pueden ayudar a lubricar el ojo, lo que hace que sea más fácil de quitar la lentilla. Estas lágrimas se pueden comprar en la farmacia sin receta médica.
- Usa una solución de limpieza suave: una solución de limpieza suave también puede ayudar a suavizar la lente y hacer que sea más fácil de quitar. Esta solución se puede comprar en la farmacia sin receta médica.
- Mantén tus ojos hidratados: es importante mantener los ojos hidratados para evitar que los lentes se adhieran al ojo. Esto puede hacerse bebiendo mucha agua y usando lágrimas artificiales con frecuencia.
Por lo tanto, la recomendación dental más adecuada para este caso es que la persona acuda a un dentista para realizar un examen completo de la boca, incluyendo una revisión de las lentes, para determinar si existen complicaciones, como irritación, infección o enfermedades periodontales, que requieren tratamiento. El profesional también podrá recomendar una limpieza dental profunda para eliminar los restos de la lente y evitar cualquier daño adicional a los dientes y encías.